El colchón es un equipo de descanso, una herramienta que tiene un impacto enorme sobre nuestra salud y nuestro estado de ánimo.
Adquirir un colchón que no se adapta a nuestras necesidades es adquirir un producto que te causara parasomnias (enfermedades asociadas a un mal descanso) dolores musculares y mucho estrés. Por estas razones cuando vayas a adquirir un colchón, tómate el tiempo para probarlo, acuéstate en la tienda.
No basta con sentarse y tócalo, acuéstate, no solo boca arriba, prueba distintas posturas, acuéstate como si acabaras de llegar a casa después de un día pesado, el objetivo es encontrar el colchón que mejor se adapte a tu gusto, a tus características y a tus necesidades.
Acuéstate boca arriba y pasa una mano entre la zona lumbar (baja espalda) y el colchón; si hay demasiado espacio entre el colchón y tu espalda puede ser demasiado duro para tus características. Si tu mano no pasa, el colchón es demasiado blando y tu cuerpo se hundirá en exceso.
Si duermes con alguien más y tienen pesos y costumbres muy distintas, la solución es adquirir un colchón de muelles embolsados, este tipo de colchones mantienen la independencia de movimientos; si aun así no se sienten cómodos, otra alternativa es adquirir dos colchones unidos, cada uno adaptado a las condiciones del durmiente.
No adquieras un colchón sin tomar en cuenta estos 3 tips, recuerda que invertir en tu equipo de descanso es invertir en tu salud.